Al bebé le han regalado un osito de peluche; Ojos saltones, boquita alegre.
En su juego, enloquecido lo toma y lo retuerce, lo colma de zarpazos y con un torpe y súbito abrazo se lo coloca estremecido a su costado.
<<¡Llegó la hora del baño!>> Le exclaman, y el nene arruga su frente y comienza un caluroso llanto. La madre piensa: Tiene hambre.
1 comentario:
Me encanta lo del osito y lo del niño.
Me apunto la dirección de tu blog para ver qué cosas publicas.
Me gusta mucho.
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