Quiso el Juez universal acercarse a la Tierra. Llegó y contempló exhausto, que la sociedad humana, se había convertido en una insolidaria y capitalista mugre.
Tomó pues una cerilla encendida, y reclinando lentamente su mano hacia la tierra convertida en pólvora, sentenció en tono de venganza: -HÁGASE LA LUZ...!-
...Y el planeta en su totalidad, prendió en un gigantesco esbozo de fuego fatuo, al que le siguió una estéril e infinita sombra.
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