Traje y personaje.
Pasa el día y comienza la tarea de desprenderse del traje, se sacan los zapatos, los largos calcetines, los enguates de las mangas y finalmente el cuadrado muñeco. Sudoso te miras al espejo y piensas, ahí mejor que nunca, que es imposible desprenderte de tu verdadero personaje.
2 comentarios:
Así es,los espejos no suelen mentir.
Buen micro Javier.
Saludos.
PD: ¿Sabes algo de Monosílabo?Llevamos casi una semana sin poder acceder.
Gracias Jerónimo, un placer tu visita.
Abrazos.
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